”facebook” ”youtube” ”g+”

viernes, 3 de enero de 2014

Nash, los colectivos y el empleo



Hace un tiempo atrás escuché esto de “El equilibrio de Nash(*)” y me recordó lo siguiente: cuando voy a lo de ******, en Caballito, suelo tomar el 114 (en la puerta de mi casa) para ir hasta Barrancas y de ahí, el 55 hasta Caballito. Pero a veces, si el 114 tarda en venir, camino hasta Cabildo y espero al 60, que tiene fama de venir a cada rato. 

El tema es que, cuando espero mucho tiempo al 114, me canso, voy hacia Cabildo y, cuando estoy por la mitad del trayecto, aparece y tengo que correr hacia alguna de las paradas (la de la esquina de casa o la de la esquina Cabildo). Por lo general, lo pierdo. Otras veces, voy directo a esperar el 60. Luego de unos minutos de espera me doy vuelta y veo como el 114 cruza Cabildo y me deja abandonado. 

Como dije antes, el 114 también para en la esquina de Cabildo y Blanco Encalada. El 60 casi en la esquina de Cabildo y Monroe. Hay menos de una cuadra de distancia entre ambas paradas.  Solía quedarme en Cabildo y Blanco Encalada, atento y, cuando uno de los colectivos se acercaba, corría a la parada. Pero esto de correr desesperado no es buena estrategia. No me gusta traspirar y hacer esfuerzo extra.

Mi prioridad es el 114 porque está en la puerta de mi casa y me deja en la estación de tren, donde para el 55. Con el 60 debo caminar o correr.

Entonces lo que hago ahora es lo siguiente: salgo de casa y veo si viene el 114. Si no viene, me fijo si se acaba de ir, o sea, mirando si está yendo hacia Cabildo. Si no está adelante, me quedo en la parada porque tengo chances de que no haya pasado recién, y siempre es mejor no caminar. Si lo veo irse, voy al 60. Pero, por lo general apuesto a que el 114 va a venir, por eso, me quedo en la parada enfrente de mi casa.

Si me quedé en la parada y en veinte minutos no vino, sigo esperando porque cuanto más espere, más cerca estaría de que llegue. 

 Lo que quiero decir con todo esto es que, si mantenés una estrategia por mucho tiempo, no conviene cambiarla porque, cualquier cambio que metés en el medio te genera más problemas que los que tenías en principio. Si yo, después de 20 minutos de espera del 114 me tomara un taxi, es probable que, antes de llegar a Cabildo, el colectivo aparezca por detrás. El gasto del taxi y la espera no se justifican. 
O, si en vez de tomar un taxi voy hacia el 60, me pasaría lo mismo (no se justifica la espera) y, posiblemente, corra el riesgo de seguir retrasándome.

El otro día me llamaron para un empleo de embalador, en Chacarita. Era en blanco, buen sueldo y posibilidades de progreso en la empresa, según me dijo la empleadora. Y lo pensé bien. ¿Me conviene cambiar la estrategia a esta altura? ¿Dedicarme a otra cosa que no sea mi profesión, mis estudios? Tal vez sí, porque hay que adaptarse y sobrevivir. Pero, por otro lado, pienso que todos esos años de estudio, de inversión de dinero, de tiempo y esfuerzo, fueron por algo. Voy a seguir mi propio ejemplo de los colectivos. Voy a mantenerme en la estrategia.

Así que bueno, ¿vos qué harías?
Saludos,
Muy Desempleado.

(*)Sabrán entender que, explicar el equilibrio de Nash me llevaría mucho tiempo. Es interesante, atrévanse a investigarlo.

2 comentarios:

  1. Respeto mucho tu técnica. Yo soy demasiado cambiante como para hacerla... pero capaz si un día esperamos juntos el colectivo la haga.

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola Patrañeli! Muchas gracias. Capaz algún que otro día nos hayamos cruzado en alguna parada, ¿quién sabe?
    Si un día esperamos juntos, me reconocerás porque pasaron 20 min. y todavía estoy esperando.

    Saludos, gracias por leer.
    Muy Desempleado.

    ResponderEliminar

Post nuevo Post antiguo Home