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viernes, 24 de enero de 2014

3. Capacitación: Día 2



Ahí estábamos, el pibe del rodete, el puerto riqueño y yo. Ni noticias de la chica de los anteojos de sol. Los tres tipos, únicos sobrevivientes de la entrevista y las capacitaciones, esperando que nos nutran con un empleo remunerado, en este call center disfrazado de amor por la educación de hispano parlantes en Estados Unidos.

Cuando llega la hija del dueño, que es quien estaba a cargo de la capacitación, nos dice: “no sé si les comentó mi papá, pero hay un filtro. Por ahora, ustedes, han pasado ese filtro”. Pensé: ¡¿de qué filtro habla si de acá se fueron todos porque la propuesta laboral no convence a nadie?!

A diferencia de los días anteriores, donde nos enseñaron que “el cliente no es cliente, es un alumno que quiere aprender y progresar en un nuevo país y cultura”, ahora, nos dicen que “el cliente tiene una necesidad que tenemos que motivar como sea. Tenemos que, con el arte del speech, tentarlo, atraerlo, tiene que sentir la necesidad de hacer el curso, tiene que ver la posibilidad de progreso, de conseguir el sueño americano que tanto anhela.” 

“Si por alguna razón ven que el cliente duda, le preguntan: ¿hace cuánto que está aquí, en EEUU? Dejan unos momentos para responder y preguntan: Usted, ¿cree que consiguió algo en estos años? ¿Cree que hizo algún progreso? Ahí le clavan el cuchillo porque, esta gente, a lo sumo consiguió un empleo de 14 horas, no tienen seguro social, tienen un mal sueldo y cabe la posibilidad de que sean ilegales”.

Comencé a preguntarme si yo no era igual que el cliente: atrapado, motivado por el speech de un empleador que me promete comisiones sin techo, que me promete el progreso y el buen clima laboral.

La estructura del speech es simple: es una guía de presentación y preguntas que van desde, la presentación del vendedor, conocer al cliente (sacarle todos los datos posibles y con esos datos llevarlo adonde queremos, por ejemplo: dónde vive, con quién, a qué se dedica, por qué quiere hacer el curso y si tuvo experiencia en esa carrera), preguntas y afirmaciones de motivación ¿o desmotivación? (como la que mencioné más arriba de si logró algún progreso en su tiempo en EEUU) y luego, las formas de pago. La idea es mantener esa estructura, escuchar a la persona, mantener un diálogo en pos de que compre el curso, meter al cliente en un embudo del que solo puede salir pagando el programa educativo.

Nos pusieron a cada uno al lado de un vendedor para que veamos y escuchemos cómo es el trabajo. Estuve al lado de un tal José. José tendría 25 años. Un tipo copado en un trabajo miserable. Me dice: ¿alguna vez trabajaste en un call? No, le digo. Es una mierda, me dice y cambia la voz rotundamente, cuando alguien en el estado de California le atiende. 

José me muestra un Excell donde anota sus ventas del mes. Hizo, supongo unas 500 llamadas, tan solo logró 15 ventas, de las cuales 10 se las cancelaron en el llamado de confirmación del envío, 3 están en veremos y, tan solo 2 fueron exitosas. José hizo solo 2 ventas ese mes, por lo tanto habrá recibido de comisión entre $100 y $200 por cada una, más algún premio (si es que los premios son reales, ya que ni nos informaron de ellos). Este mes cobraría algo así, como máximo $2900. Y es el mejor vendedor que tienen.

Sabíamos desde el principio que era un call center, que la buena onda, paulatinamente se transformaría en tensión según la cantidad de ventas, que el alumno es un cliente, que el sueldo es de terror, que no hay aportes, no existe la antigüedad, ni el progreso. 

“No hay techo de ventas”, decía el dueño de la empresa y “no hay un mínimo”, decía su hija. Es realidad que no hay techo de ventas y que no hay un mínimo que puedas hacer, pero fijate como manipulan el lenguaje, como manipulan a los empleados, comprándolos con café, jugo, galletitas y un disfraz de buen ambiente laboral para que el desempleado agarre pensando que podrá progresar en su vida, ¿no?

Y bueno, como decía esta Capacitadora, "hay un filtro", y en este caso soy yo mismo: no pienso volver a pisar ese lugar.

Así que, así fue.
Si no leíste La entrevistaacá está.
Si te faltó la Capacitación: día 1, acá la tenés.

¿Tuviste experiencia en Call Center?
Contá, dale.
Saludos, 
Muy Desempleado.


4 comentarios:

  1. Yo también estoy desempleado, nunca tuve empleo en mi vida y busqué durante 3 años como vos hasta que me cansé y comencé por mi cuenta. Aún en necesidad, decidí no aceptar ni en pedo callcenters.
    Conozco mucha gente que trabajó/trabaja en eso y cada comentario que hacen, solo faltan los malbadiscos y la fogata para que sea un clásico relato de terror.

    btw, es open english?

    -aK17

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    Respuestas
    1. Hola, yo también soy anti Call Center y juré nunca trabajar en uno. Pero estoy rozando el fondo de la miseria y bueno, fui. Aunque bueno, no acepté el empleo.

      ¿Qué hacés por tu cuenta?
      Saludos, gracias por comentar y por leer.
      Muy Desempleado.

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    2. Hago traducciones freelance y doy clases de idioma. Gano miserias, y siendo todo en blanco, a veces pago la mitad en impuestos, pero es mi primer y único dinero que puedo conseguir.

      De más está decir que no logro independizarme, pero bueno, empleo digno no se consigue. Lástima que ya soy viejo para PROGRESAR, me vendría muy bien.

      -aK17

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    3. Sí, te comprendo porque mi situación es idéntica. También ando de freelance. En mi caso, ya agarro lo que y como venga, mientras busco un empleo normal, full time, con un sueldo que alcance para sobrevivir.

      En los empleos que no tienen que ver con mi carrera me dicen que, según mi CV, estoy sobre capacitado para el tipo de empleo operativo y, en los empleos que tienen que ver con mi carrera me dicen que no tengo la experiencia suficiente.

      Así que, así ando estancado, entre el todo y la nada.
      ¿Sos de Capital Federal?

      Un abrazo, gracias por leer y compartir tu experiencia. Ojalá nos lleguen los buenos momentos.

      Muy Desempleado.

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