”facebook” ”youtube” ”g+”

martes, 10 de diciembre de 2013

El conocido siempre se queda con el empleo



El sábado me llamaron para una entrevista en el Hi*******, el de Li********. Día lunes, 09:30 hrs., puntual. El puesto: Operador de multimedia.  Así que fui. Aunque primero tuve que ir a imprimir mi CV. <QUEJA>No sé para qué garcha te piden el CV si se supone que lo tienen, que lo leyeron y ¡aaarrrgh! </QUEJA>

Llegué y, en la recepción, ya había un flaco esperando para lo mismo. Al toque, aparecieron dos más. Nos hicieron pasar y esperar en un pasillo llenando unos formularios que bien podrían haberles servido como CV (¡parezco re rata!, pero decime, ¿no es una estupidez que te hagan gastar cuando, lo más probable es que no tengas y ellos lo tiren después de que te vayas?)

Apareció un tipo de RRHH y dijo que esperemos un rato más, por si alguno se retrasó. Media hora esperamos por unos cuantos sin sentido de la responsabilidad. Terminamos siendo como doce.

Pasamos a una sala, nos sentamos alrededor de una mesa gigante y seguimos esperando unos diez minutos más. Entran el RRHH y el jefe del área multimedia, comentan de qué va el trabajo, las horas, la paga y toda la bola. A alguno no le cerró, así que se levantó y se fue. Llegó el turno de presentarse. 

Cada flaco que se presentaba me subía el autoestima. O estaban estudiando y “tendrían que ver cómo acomodarse a los horarios”, o nunca trabajaron en relación de dependencia ni tenían experiencia suficiente en multimedia, en horario nocturno o, no sé... etc. La cosa es que yo estaba perfectamente capacitado para el tipo trabajo, con experiencia, referencias y trabajos realizados.

Cuando llegó mi turno y hablé de los cursos, de los trabajos que realicé, tanto en el área audiovisual como en otras, quedaron encantados y pensé que el trabajo sería mío. Hasta que vino el siguiente postulante. 

El siguiente postulante, al momento de presentarse, se quedó observando al jefe de área y luego dijo: “a vos te conozco. ¿no sos el hermano de Sandra?”. Así que comenzaron una charla íntima y, te juro que con eso bastó para que el interés que el RRHH y el jefe de área mostraron en mí, se desvaneciera completamente.  

Y claro, las presentaciones siguieron y, aunque alguno se hubiera graduado en Harvard o trabajado en HBO, no lo iban a contratar. Terminada la presentación de todos, nos fueron despachando uno por uno. Yo fui el anteúltimo despachado. Adiviná quién quedó adentro.

Y bueno... así fue mi mañana perdida en el hi******* de Buenos Aires.

<LA MORALEJA>El conocido, por más que sea un completo inepto, siempre se queda con el trabajo.</LA MORALEJA>

¿O no? ¿Vos que opinás?
Saludos,
Muy Desempleado.

4 comentarios:

  1. Es tal cual. Pero en todo el mundo eh. Si hay un conocido lo van a elegir a ese.
    Ojo que también muchas veces uno está "sobrecapacitado" y no lo eligen por eso...

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola Sven! Sí, a veces uno está sobrecapacitado para los empleos a los que se postula. Me ocurre muy a menudo. Lo que también me ocurre a menudo es que, los empleadores de los empleos a los que aspiro me dicen que no estoy lo suficientemente capacitado. Lo que, traducido significa: "estamos esperando que se presente alguien conocido", o "ya tenemos un conocido en la nómina".

    Un abrazo grande, gracias por leer.
    Saludos,
    Muy Desempleado.

    ResponderEliminar
  3. Las anécdotas de muy desempleado me entretienen aunque sea unos 5 minutos de los mas monotonos de mi monotono trabajo. Gracias!

    ResponderEliminar
  4. ¡1.2.3 probando, muchas gracias!
    Desde mi cubículo secreto te deseo que tu trabajo se convierta en algo más interesante.

    Saludos,
    Muy Desempleado.

    ResponderEliminar

Post nuevo Post antiguo Home