(No hay foto porque estoy demasiado tenso y cansado esta semana. Sepan comprender)
Bueno, se termina febrero y estoy hasta
las manos. Para aquellos que no siguen mi crónica anunciada de este
empleo, que agarré: PARTE 1 – PARTE 2 - PARTE 3.
Ayer tuve que presentarme en las
oficinas de RRHH de la empresa. Según mi jefe: o te rajan a la
mierda o te ponen efectivo. Así que fui.
Luego de anunciarme y esperar en
recepción un largo rato, secarme las manos con el pantalón, ponerme
alcohol en gel, que se sequen, y que se repita varias veces ese
proceso, me hacen pasar a una oficina donde sigo esperando otro largo
rato, hasta que se aparece la RRHH. Mis manos estaban empapadas, pero
me dio un beso. Se sienta, me vuelvo a sentar y me dice: ¿trajiste
tu CV? Hmmm, nop. Bueno, ahí vengo. Fue y buscó un formulario.
Comenzó preguntándome cosas
personales, muy básicas, hasta que me dijo: bueno, ¿por qué creés
que quieren efectivizarte? La realidad es que... no sé, le dije. Y
luego pensé en todo el esfuerzo que hice durante estas dos semanas:
-En principio, me acomodé bien al
grupo.
-Aprendí el procedimiento del trabajo
muy rápidamente: no solo contar los productos, sino que también, me
preocupé en comprender y saber cómo es el armado de las carpetas de
información. Al término de la primer semana ya lo hacía yo, y esa
tarea es algo que enseñan a los empleados entre la tercera y cuarta
semana de trabajo.
-Estoy haciendo un sacrificio enorme
para ir a trabajar en este equipo al que me asignaron, ya que no es
de mi zona. En la entrevista con la consultora se planteó que como
yo vivo en Belgrano, iba a trabajar cerca, al menos en Capital.
Entonces, vivo en Belgrano, salgo dos horas y media antes para
encontrarme en Eva Perón y Gral. Paz, con mis compañeros. El
trabajo es de 20:00 a 04:00. Así que, me dejan en Acoyte y
Rivadavia, duermo en lo de mi novia, en Caballito, a la mañana
siguiente vuelvo a mi casa (no siempre, pero casi siempre) y después
vuelvo a hacer este recorrido: de lunes a viernes.
Y se los dije. Creo que dije algo más
pero, con eso alcanza. ¿Ves?, me dice, había muchas cosas
positivas, al final. Bueno, mirá, a mí me llama la atención que
quieran efectivizarte con solo dos semanas de trabajo, me dice. Significa que
confían en vos, que trabajás bien, agrega.
Luego de unas cuantas preguntas más, me
dice: mañana (hoy) a las 8 de la mañana, tenés que ir a hacerte el
preocupacional. Así que fui. Te cuento: anoche me acosté como a las
4 y un poco más, me levanté a las 7, con ganas de hacer pis y fui.
Estuve como hasta las 10:30 hrs. ahí. Volví
a casa y me tiré a dormir hasta recién. Se supone que en estos días
tiene que venir alguien a hacer la entrevista ecoambiental: ven
dónde, cómo y con quién vivo, entre otras cosas. Ahora me voy a
trabajar. Espero que cuando vengan haya alguien porque sino, según
me dijo la RRHH, hablan con el encargado del edificio. Ese muchacho
me odia. En fin, en dos días se me finaliza el contrato más
mentiroso de mi historia laboral y, ¡puede que me efectivicen! Ahora
todo depende de cómo se encuentre mi salud, supongo.
Así que, así fue. Capaz me quedo, capaz me echan. De todos modos, sigo buscando algo que tenga que ver con mi carrera. Eso siempre.
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Saludos,
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